lunes, 23 de abril de 2012

Alegría

Alegría serena, profunda. Labrada gesto a gesto, dolor a dolor, sobre el tatuado corazón. El reposo del guerrero, el premio de los dioses.
Alegría fugaz, que se consume a sí misma, inesperada, saltarina e imprevisible. Va y viene, cuando quiere... Como una mariposa que muere al intentar retenerla, como una bengala que se apaga sin dejar rastro.
El camino es largo, a veces árduo, a veces ligero... El camino hacia uno mismo. No sabe cuándo llegará, ni dónde, pero puede convertir el viaje en un baile de alegría...


Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
...
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.  

Mario Benedetti, Defensa de la Alegría

No hay comentarios:

Publicar un comentario