Este, junto a las cartas de otras compañeras, constituyeron la mejor explicación de lo que supone el trabajo con la terapia artística, en la exposición de la biblioteca. Los visitantes llegaban a la sala, miraban las pinturas, al principio seducidos por el color... su mirada interrogante se encontraba con estos textos, y se veían transportados al interior del taller.
"Somos seres débiles, inseguros, a veces atormentados, sobre todo... en estos tiempos que corren... y cuando te enfrentas a un papel en blanco con un pincel o cera, te surge la gran pregunta ¿Qué dibujo? ¿Cómo he de expresarme? ¿Qué hago aquí?... Y por encanto, tu mano empieza a describir líneas, curvas y sin darte cuenta el color se va apoderando de ti y aparecen la paz, el sosiego, la luz, el calor, el frio... Este proceso es lento, a veces solitario y otras compartiendo con los demás (quizás lo mejor)... y al final, cuando miras hacía dentro, ves cómo la luz que antes apenas era un puntito, te va invadiendo plenamente y te hace sentir feliz en el mejor de los casos... en el peor te conmueve, agita, desbarata... pero siempre, siempre “te provoca algo”. Así es ARTETERAPIA: UN FLUIR QUE LO INUNDA TODO…..'una experiencia mística, el encuentro contigo mismo y por ende con los demás' ".
R. D.
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