Esto no siempre es un camino de rosas... Continuamente te confrontas a tus límites, surgen dudas... ¿Esto que hago será lo correcto?¿Me estaré equivocando?
Viene a pintar un chico de catorce años, hiperactivo, muy inteligente, la autoestima por los suelos... Muchas dificultades sociales y de comportamiento en casa... Problemas familiares... ufff, a ver cómo abordamos el proceso. No viene voluntariamente al taller, lo que hace bastante complicado el trabajo. Viene enfadado, no escucha bien las pautas a seguir, se distrae fácilmente con los compañeros...
Mientras supuso una lucha, el desgaste de energía por mi parte fue brutal. Algo hay que cambiar, pero ¿el qué? mi manera de tomarme las cosas. Decido dejar que la situación fluya, no me rebelo contra esa actitud, simplemente pongo un mínimo de límites y dejo que sucedan las cosas. Y el acompañamiento, aún más intenso, si cabe; pautas muy claras, repetidas una y otra vez, con mucha suavidad... protesta, pero lo hace; se queja, pero termina creando un ambiente con transiciones, como le voy indicando. Sigue sin ver, aunque yo lo veo ya muy claro... Creo en él, por él; esa es nuestra labor, hasta inculcarle ese amor por sí mismo. Entonces surge el milagro, de la mano de una tiza celeste... un suspiro, seguido de una frenética actividad en busca de lo que ya sabe que es capaz de lograr. Ya no hay pautas, se ha soltado, ya sabe el camino a seguir. Aún queda mucho por hacer, pero lo más importante ya ha sucedido, a veces lo difícil se hace tan fácil... en un parpadeo...
Esa sonrisa, ese gesto de sorpresa ante lo que acaba de ocurrir... aún no puede creerlo, pero sí, es capaz de eso y de mucho más. En realidad, es capaz de todo.
La despedida es hoy diferente : 'hasta el próximo día, buena semana!' con una enorme sonrisa que deja tan lejos aquel gesto huraño... Me da un vuelco el corazón. Lo que siento es sólo comparable al trabajo con mis chicas del Vao, cuando iban reconociendo (no todas) que 'éste es mi tiempo', en el que 'no tengo que rendir cuentas a nadie, todo lo que estoy haciendo aquí es sólo para mi'.
Necesitaba compartir esta experiencia. Esto no es siempre un camino de rosas, pero siempre terminas recogiendo el fruto, siempre. Por eso seguimos trabajando en esto, porque por encima de todo, creemos en la infinita capacidad de las personas para superarse a sí mismas.
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