No estamos solos, pero es en soledad que hemos de hacer nuestro trabajo. Reconforta sentirse escuchado, ver al otro, sentir que tejemos con madejas de colores el mundo que queremos... Reconforta el té especiado, el calor de las palabras al terminar la tarea...
Una pauta, cinco maneras de construir el mundo. Tres colores, un arcoiris de mil matices posibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario