lunes, 22 de abril de 2013

El puente de los ángeles

Extiendo el puente que me ha de sostener. Está cubierto de hierba, de mar, de estrellas, de fuego, de profundidad, de alegría y de cielo. Mis pies han de permanecer sin hundirse, sin caer a la tierra. Aprenderé de los ángeles que van y vienen. Ahora estoy en los dos lados, antes también, pero ahora lo veo.
Me siento plena, todo está en mí. En mis sueños preguntaré a los astros lejanos, y me ofrecerán secretos que mi alma desvelará sonriendo. Soy azul, soy naranja, soy verde y morada... Soy.


martes, 16 de abril de 2013

Tu dolor es mi dolor

Tu dolor es mi dolor. A través del espejo, el monstruo se diluye, no es tan amenazador, parece ajeno a mí. Le miro a los ojos, tengo que enfrentarme a él. Por tí. Por mí. Delicadamente, diluyo sus contornos, y el índigo se funde con el silencio. Su gesto es ya otro, y sin romper su esencia... Porque negarla sería negarme a mí mismo. Voy a mostrarle la belleza del mundo, voy a extender un cálido manto bermellón para que su corazón vuelva a latir.
Con amarillo ilumino sus pasos, el miedo se tiñe de verde y se esparce la esperanza. Ahora, luz y sombra conviven armoniosamente. Respiro.
El dolor va remitiendo, es trascendido. Puedo volver cuando quiera a cada momento, y pintarlo de nuevo. Tu recuerdo es el mío. Tu dolor es mi dolor. Juntos es más fácil.


miércoles, 10 de abril de 2013

El cáliz que espera

Ella sigue ahí. Sentada impasible, ciega y sorda ante mi dolor. Si al menos levantara la mirada... Yo no lo haré, me hizo tanto daño...
¿Realmente lo hizo?¿O me hirieron mis pensamientos? Quiero aceptarla por lo que es, no por lo que quiero que sea.
Pero ¿Y si no vuelve más? Quizá quiere acercarse... A lo mejor si la miro... ¡Se ha girado! ¿Cómo pudimos llegar a esto? Si hubiésemos hablado entonces...
Encadenaré al orgullo, ahora lo reconozco, no me dejaba verla, ni verme a mí.
La quiero tanto... nunca dejé de hacerlo. No recuerdo qué nos llevó al silencio ¿Qué importa? No quiero seguir ahí...
Abrázame, siente mi latido. Somos un corazón, el cáliz que espera, sosegadamente, llenarse de luz.


A. P. L.




viernes, 5 de abril de 2013

Color de día y de noche

Camilo

Cierro los ojos. La noche me responde, sólo si estoy bien atento. Las estrellas me esperan, con colores soñados en la vigilia, que ahora llueven sobre mí. Azules, morados, verdes intensos, pellizcados por algún rosa impertinente, reinan en la oscuridad donde puedo escucharme, en el silencio donde puedo verme.
Abro los ojos. La luz del día me despierta, el nuevo color me llama a salir. Mis pasos son rojos, caminan junto a la estela amarilla que grita la mañana. Aquí y ahora, amanece.